Durante octubre surgió la necesidad de proyectar y ampliar el alcance de los espacios donde el prototipo pudiese intervenir para rescatar la mayor cantidad de voces del territorio. Con este desafío fuimos a la Plaza Vergara; la Plaza O’Higgins; a la Feria del Estero Marga Marga; al borde costero, en particular al Reloj de Sol y a la Playa del Deporte; y Plaza Gabriela Mistral, ubicada en el sector de Santa Inés.
En cada una de estas salidas pudimos ser testigos de las ganas de las personas de participar y entregar opiniones sobre distintos temas que incluso escapan de los contenidos propios del prototipo, como el aumento de la delincuencia, la crisis migratoria y los casos de corrupción.
También fue posible apreciar la importancia y la valoración de la ciudadanía a iniciativas que buscan generar espacios de reflexión sobre la ciudad, sus formas de habitarla, el tipo de movilidad, por una parte, visibilizando la existencia de personas e instituciones que piensan y toman decisiones sobre cómo está diseñada una ciudad y, por otro lado, la inexistencia de espacios para la participación ciudadana en ese proceso. En tal sentido el ejercicio de diseño fue bien recibido por la comunidad.
De la información que fue posible levantar en estas salidas destacan dos exigencias latentes: más y mejor información y que los espacios de participación sean vinculantes, esto como una clara herencia de los procesos de socio-políticos que nuestro país ha atravesado durante los últimos años.